viernes, 28 de septiembre de 2012

Capítulo 9 : Confundida

Aquí os dejamos otro capítulo esta semana, para compensaros por no haber escrito.

Cuando llegamos, los padres de Aisha se acercan a ella con cara de enfado.

-¿Dónde se supone que estábais?
-Dejadme en paz de una vez.¡Estoy harta de vosotros!
Aisha sale corriendo hacia su cuarto.
-Bueno, debo ir con mi madre.

Voy a mi habitación del segundo piso. Allí no está mi madre, así que como la fiesta empieza dentro de 20 minutos, decido arreglarme lo mejor que puedo con tan poco tiempo.
Cuando termino de arreglarme, me miro en el espejo. Me he puesto unos pantalones cortos y blancos, una camiseta gris, una chaqueta blanca y de manga corta, y unos tacones de color negro.

Sonrío melancólicamente cuando pienso en que esto le hubiera gustado a Sean.
-Bueno, al menos me podrá ver por televisión.
De pronto, entra mamá en la habitación. Lleva un vestido de color azul que le llega por la rodilla.

-Estás muy guapa, mamá.
-Gracias hija. Te diría que tú también estás muy guapa esta noche, pero tú estás guapa siempre.
-¡Qué tonta eres! Anda, vamos a esa estúpida fiesta.

Bajamos al salón de la casa. Allí solo está Aisha con su padre.
Aisha lleva unos pantalones largos de color beis, y una camisa de color blanco. Se ha arreglado el pelo, y va tan maquillada como yo, a pesar de que tiene un año más.

Poco a poco, empieza a venir la gente. Las primeras en venir son Dánae y sus hermanas, Isaura y Selene.
-Dánae, ¡estás preciosa!
-Tú también, tontita.
Isaura, la mayor, es la siguiente en saludarme. De pequeña siempre pensé que ella era la más guapa, aunque ahora que las veo bien, pienso que lo es Dánae.
Nunca tuve demasiada relación con Selene, pero me gustaría ser amiga suya, aunque después de lo que le hice a Dánae, no creo que le caiga mucho mejor.

Más tarde, empiezan a venir los conocidos y amigos del alcalde y su mujer, y nos los presentan a todos.
Unos minutos después ya han llegado todos los invitados y la fiesta ya ha empezado, así que me siento en un rincón por puro aburrimiento.
Aisha ha pasado de mí en cuanto han llegado sus amigos, aunque creo que en realidad he sido yo la que he pasado de ellos.
Cuando ya llevo 10 minutos allí sentada y estoy a punto se subir a mi cuarto a hacer cualquier otra cosa mejor, un chico monísmo se acerca a mí.

-Hola, me resultas familiar.
-Puede. Tú también me resultas familiar.
-Déjame adivinar...-el chico sigue haciendo como que no me conoce.-¡Ya sé! Eres la pequeña Sinsajo, ¿me equivoco?
Tiene una sonrisa preciosa, una mezcla de picardía y amabilidad.
-No te equivocas. Me alegro de volver a verte Drew.
Me levanto y le doy un abrazo. Sienta bien ver a alguien a quien le debes tanto en un lugar en donde no conoces a nadie.
-¿Cómo estás, pequeña Sinsajo?
-Todavía siento algo de miedo de vez en cuando, pero tengo la impresión de que se me va a quitar.
-¿Sí?¿Y eso por qué?
-Porque ahora te tengo a ti para protegerme.

Le noto vacilar. De pronto, me siento como si fuera una estatua, aunque mi corazón lata desbocado. Porque sé lo que pasará ahora. Y porque sé que no me importará que pase.

Me envuelve entre sus brazos y nos fundimos en un beso.
Ya me había besado antes con un chico, aunque ese chico fuera mi mejor amigo, pero ese beso fue diferente.
Los besos de Sean eran dulces y tiernos, mientras que los de Drew (o por lo menos este) eran apasionados y románticos.
Cuando me deja de besar, siento hambre. Pero no ese tipo de hambre, sino un hambre más poderoso que yo misma y que me pide más.
Por eso no me arrepiento cuando esta vez soy yo la que lo besa, y compruebo que sus besos me gustan más que los de Sean.
Me separo de él y le miro a los ojos. Me gustan sus preciosos ojos grises. M recuerdan a los de mamá y a los de Raily. De pronto, recuerdo que mamá me dijo que su amigo Gale tenía los ojos grises como ella. ¿Otra coincidencia?

-Drew, ¿Me dirás la verdad si te pregunto algo?
-Sí, te lo prometo.
Dudo mucho de si decírselo o no, pero lo dejo pasar y le digo otra cosa.
-Te quiero.
Sonríe y me mira con la mirada más hermosa que he visto nunca.
-Yo también te quiero.
Me río y le arrastro a la pista de baile.
Nunca he bailado de verdad con un chico, solo había bailado con mi padre, y era cuando tenía 5 años y ponía mis pies sobre los suyos.
Pero me gusta bailar con él. Me siento segura cuando me envuelve con sus brazos. Es como si no me quisiera dejar escapar nunca.
Pero una voz que me encanta nos interrumpe cuando estoy a punto de besar a Drew otra vez.
-Catnip, mira quién ha venido. Lleva en la fiesta 10 minutos.
Es Dánae, y quién está a su lado es...Sean. Su cara me lo dice todo.
En el fondo Dánae no ha cambiado. Sigue siendo igual de malvada, por eso ha hecho que Sean lo haya visto todo. Que me haya visto besando a Drew. Y no creo que me perdone.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Capítulo 8 : Respuestas

Sentimos muchísimo no haber podido escribir el capítulo en tanto tiempo, pero hemos estado ocupadas con el inicio del nuevo curso.
Aquí tenéis el capítulo.

La casa de Dánae es enorme y muy espaciosa. Tiene un montón de habitaciones, y ella nos conduce a Aisha y a mí hasta un salón rústicamente amueblado.

Hay adornos por todas partes, acorde con los muebles. Dánae se sienta en el primer sillón que vemos y Aisha y yo hacemos lo mismo con el sofá rojo.
-¿Qué pasó, Dánae? Sean y yo pensábamos que habías muerto.
-¿Mi querido Sean pensó que yo estaba muerta y no intentó buscarme?
-Bueno...-Aisha está bastante incómoda porque no entiende nada de lo que hablamos.-Creo que iré un rato al jardín...
Aisha se levanta y sale al patio.

-Al fin solas, ¿verdad, gatita?
Dánae estalla en una carcajada. Al verla reír otra vez no puedo evitarlo y me pongo a llorar.
-¿Qué te pasa, gatita?
Las lágrimas no me dejan ver su rostro lleno de interés.
-Pues...la verdad...¡Dánae, te he echado muchísmo de menos!

Me levanto del sofá y la abrazo. Sigo sin poder verla, solo distingo un borrón, pero sí puedo oír, y lo que oigo es a Dánae llorar.
Lloramos durante 5 minutos como magdalenas hasta que conseguimos tranquilizarnos.
Nos sentamos las dos en el sofá cogidas de las manos.

-Dánae, ¿Qué fue lo que sucedió?
-Cuando me empujaste por el barranco, caí en un saliente que había en la roca. Cuando me recuperé de la caída, ya era de noche. Estaba débil, pero conseguí subir por donde había caído. Pasé la alambrada en dirección a mi casa, pero allí no encontré a nadie, ni a mis padres, ni a ninguna de mis dos hermanas.
Decidí esperarles, pero no aparecieron en toda la noche. Cuando amaneció, llegaron mis hermanas. Isaura me dijo que mis padres seguían buscándome y Selene me preguntó qué me había pasado. Le dije que me había caído y que no tenía nada grave. En ningún momento os mencioné ni a ti ni a...Sean.
Cuando llegaron mis padres al medio día, debieron pensar que el Distrito 12 no era lo suficiente seguro para mis hermanas y yo, así que esa misma tarde, tomamos un tren en la estación y vinimos a este distrito.

Me quedo pensando en todo lo que le pasó a Dánae. En apenas 24 horas, su viva cambió radicalmente y por mi culpa.
Su voz me saca de mis pensamientos.

-Dánae, siento muchísimo haber echo todo eso. ¿Me perdonas?
-Claro que sí, tontorrona.
Nos abrazamos y nos empezamos a poner al día.
-Por cierto, me enteré de que hace un par de días el destino me quiso hacer justicia.
La miró sin comprender de qué me está hablando.
-¿De qué hablas?
-De lo de Erik Crane. ¿Es verdad lo que dice todo el mundo, que te intentó matar y qué un guaperas te salvó?
-El guaperas tiene nombre, y se llama Drew Hawthorne.
-¿Hawthorne? ¿No es el apellido del amigo de tu madre? El tal...Gale, creo que era.
-Será una coincidencia - ni yo misma me creo que sea una coincidencia. ¿Se estará repitiendo la historia de mamá conmigo?¿Enamorada de dos chicos y teniendo que elegir a uno?-.
-Creo que deberíamos dejar entrar a Aisha. Está empezando a refrescar. Las noches aquí son bastante frías.
-¿Las noches?
Miro la hora del reloj y pego un salto del sofá.
-¡¡Dios mío, teníamos que estar en casa de Aisha desde hace media hora!!
Dánae se ríe y se despide de mi.
-Adiós Catnip. Ten cuidado.
-Mañana vendré a verte Dánae.

Nos abrazamos (creo que nos hemos abrazado en un rato más que en toda nuestra vida) y salgo a buscar a Aisha al jardín.

-Aisha, tenemos que irnos.
-¿Entonces ya no habrá paseo? -la desilusión se le pinta en la cara-.
La miro con cara estupefacta.¿ Está hablando en serio o me está tomando el pelo?
-Ja, ja, ja. Me temo que no.


Tomamos el sendero que lleva a la casa del alcalde Sunloph. Aunque ya he pasado por aquí para ir a casa de Dánae, me sigue resultando totalmente desconocido.

-Aisha, ¿crees que se enfadarán mucho porque lleguemos tarde?
-Mis padres seguro que sí, pero no me imagino a tu madre enfadada.
He visto los Juegos de tus padres. Tu madre tiene carácter, pero no tiene capacidad para enfadarse.
-Eso es que no la conoces.

Vamos todo el camino hasta su casa riéndonos, sin pensar demasiado en lo que nos espera cuando lleguemos.
Será una noche bastante aburrida, pensé. No me pasará nada interesante en la fiesta. ¡Qué equivocada estaba!

lunes, 10 de septiembre de 2012

Capítulo 7 : Dánae

Aquí tenéis el capítulo de esta semana. Es un poco corto, pero en él se descubren muchas cosas sobre Dánae. Esperamos que os guste.

Hace 5 años...
 
Dánae, Sean y yo estamos en el bosque. Siempre vamos allí todos los sábados por la mañana para jugar.
Son las 10 de la mañana y Dánae todavía no ha llegado. Decidimos esperar 5 minutos más hasta que llegue.
Cuando ya estamos a punto de irnos, Dánae llega con la lengua fuera.
 
-Lo siento...tenía que decirles a mis padres que iba a otro lugar. No quieren que venga al bosque.
-No importa Dánae.-Sean es el único al que no le importa esperarla porque está colado por ella-.
-Te hemos estado esperando desde hace 45 minutos.-Quiero a Dánae, pero me molesta que Sean esté colado por ella-.
-Bueno, vamos a jugar al escondite.
-Venga, que cuente Catnip. Sean, vamos a escondernos juntos.
 
Empiezo a contar mientras ellos dos se van de la mano.
Cuando termino de contar, salgo corriendo a buscarles. Busco y busco por todas partes hasta que les veo. Están cerca del árbol que se encuentra al lado del barrando. Antiguamente tenía una valla para que nadie se cayera por él, pero está toda rota y oxidada.
Pero lo que me impresiona es verlos a los dos besándose.
Me acerco a ellos con sigilo y les corto el rollo.
 
-Se suponía que estábamos jugando al escondite.
Se separan y me miran con cara de sorpresa.
-Lo siento Catnip.-Sean parece realmente arrepentido-.
Pero Dánae sonríe.
-Pues yo no lo siento.
Sean nunca me atrajo nada, pero al ver a Dánae tan enamorada, sentí celos.
-¡Te odio, Dánae!

Dánae se levanta y me empuja. Caigo justo al borde del barranco. Me levanto con cuidado para no caerme y la pego en la cara. Ella también me pega y yo la empujo.
Dánae cae por el barranco. Salgo corriendo hacia el borde del barranco pero no veo nada, sólo la oigo gritar.

-¡Dios mío, la he matado!
 -No, ha sido un accidente.-Sean intenta calmarme, pero en mi cabeza sigo oyendo los gritos de mi amiga-.
 -Me da igual, ¡la he empujado yo!
-Tranquilízate. Vámonos a casa.
-¡Pero tenemos que buscarla!
-Ya no podemos hacer nada por ella.
 
Nos vamos los dos con el corazón en un puño, desolados por la muerte de Dánae. Teníamos miedo por lo que nos podría pasar, en concreto a mí, pero decidimos callarnos, ya que Dánae nos ha dado la coartada perfecta. Ella dijo a sus padres que no vendría al bosque con nosotros, así que cuando nos preguntaron si la habíamos visto ese día contestamos que no.
 
1 año después...
 
 
Sean y yo nos reunimos junto al barranco. Hace meses levantamos un pequeño altar en memoria de Dánae con sus flores favoritas.
Dejamos también su peluche preferido, un osito de peluche que le regalé yo cuando cumplió 7 años.
Cada día me acuerdo de ella, de los días en los que jugábamos juntas. Aunque peleábamos a todas horas yo la quería.
 
-Sean, la hecho mucho de menos.-las lágrimas que tengo en los ojos desde hace rato amenazan con desbordarse-.
-Ya lo sé Catnip. Yo también...
-No me extraña, te dedicabas a comerle la boca a la menor oportunidad.
-No es ni el lugar ni el momento para hablar de eso.
-Tienes razón.
Le abrazo. Las lágrimas salen de mis ojos sin poder evitarlo.
-Daría cualquier cosa por verla otra vez...
 
En la actualidad...
 
Sigo impresionada por verla después de tanto tiempo.
-Dánae...¿cómo conseguiste sobrevivir?
-Pasad y te lo cuento.
Entramos en casa de Dánae para que me lo cuente todo. Sólo así podré cerrar ese capítulo de mi vida que me dejó dolida y haciéndome sentir como una miserable.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Capítulo 6 : Encuentro Inesperado

Aquí tenéis el capítulo de esta semana. Esperamos que lo disfrutéis.


La semana en el Distrito 1 comienza con una fiesta en casa del alcalde Sunloph. Es una casa en medio del campo, con una piscina tan bonita como el jardín que rodea toda la casa.
El alcalde Sunloph es un hombre regordete y calvo, pero muy simpático y amable.

-Bienvenida Sra. Mellark. Srta. Mellark, me gustaría presentarle a mi hija Aisha. Tiene 16 años, uno más que usted, según tengo entendido. ¿Me equivoco?
-No se equivoca, señor. Tengo 15 años. ¿Y dónde está su hija?
 -La última vez que la ví estaba en el jardín. Acompáñeme por favor.

El jardín me impresiona casi tanto como la primera vez que lo ví al entrar en la casa. Mire a donde mire, todo está lleno de todo tipo de flores: adelfas rosas, campanillas de hoja redonda, amapolas amarillas, petunias moradas y miles de flores que no reconozco.
Cuando llegamos al final del jardín, vemos a una chica recostada en un árbol.

Tiene el pelo corto, a la altura de los hombros, y es de color marrón oscuro, aunque las puntas las tiene rubias. Viste de forma muy sencilla, con una camiseta de manga corta, de color negro, y unos pantalones blancos y cortos. Va tan sencilla, qe ni siquiera lleva calzado, totalmente descalza.

 -Aisha, está es la hija de Katniss Everdeen y Peeta Mellark, Catnip.
Mira con mala cara a su padre y luego a mí.
-¿Catnip? Es el nombre más estúpido que he oído nunca.
La miro con cara de asombro. ¿Será así con todo el mundo?
El alcalde está claramente incómodo, así que intenta excusarse.
-Bueno yo me tengo que ir. Si necesitáis algo, avisadme.
Cuando el alcalde está lo bastante lejos como para no oírme, le suelto a su hija:
-La verdad es que a mí Aisha me parece un nombre horrible.
Me mira con cara rara durante mucho tiempo (¿estará pensando en matarme?) y finalmente se empieza a reír.
-Me gustas. Ni siquiera mis padres se atreven a contestarme como lo has hecho tú.
Bueno, veo que a pasado lo peor, así que me siento a su lado.
-¿Eso es un cumplido, Srta. Sunloph?-le digo en tono burlón-.
-Supongo. ¿Quieres ir a dar un paseo?
-Bueno, ahora mismo no puedo, tengo que ayudar a mi madre con todas las cosas que traemos.
-¿Te llevas bien con tu madre? Yo con los míos no. Sobre todo con mi madre.
-¿Por qué?
-Porque es muy pesada.
-Todas las madres suelen serlo.
Empezamos a reirnos cono si fueramos amigas de toda la vida, como si nos conociéramos desde hace años en vez de minutos.
-Tengo una idea. Voy a ayudar a mi madre y luego damos ese paseo.
-Vale, te espero aquí.

Me paso todo el camino pensando en Aisha. Se nota a primera vista que es muy rebelde, un espíritu libre. Voy pensando en estas cosas hasta que llego a la piscina, donde me queo mirándola.

Tiene forma de I, probablemente sea porque la madre de Aisha se llama Ireneis.
En ese momento, aparece alguien tras de mí que me empuja y me tira a la piscina.
Cuando consigo sacar la cabeza para respirar el preciado aire, oigo las risas de Aisha desde el borde de la piscina.
Estoy tan enfadada que la empiezo a gritar:

-¡Tú estás loca! ¡Me has empapado enterita!
-Lo siento, pero no podía desaprovechar la oportunidad que me brindaba el destino.-no la entiendo bien porque no para de reirse mientras habla-.
-¡Me intentaron matar ahace DOS días y tú vienes por detrás mía a hurtadillas y me tiras a la piscina! ¡Pero es que no piensas!
Empiezo a salir de la piscina cuando oigo a Aisha hablar, esta vez sin reirse.
-¿Te intentaron matar?
-Si no me crees míralo con tus propios ojos.
Me quito la bufanda que llevo para que no se me vean las marcas que me dejó Crane en el cuello.
-¡Madre mía! ¿Cómo es posible que sigas viva?
-Pues...-no sé por qué no quiero hablarle de Drew.-Se podría decir que tengo un ángel de la guarda.
Sin darme cuenta, empiezo a sonreir como una idiota mientras me alejo.

Cuando llego a la habitación que nos han ofrecido a mamá y a mí, veo que está ya todo recogido. Así que como no tengo nada mejor que hacer, me voy a cambiar de ropa e irme de paseo con Aisha.
Antes de salir de la habitación, le escribo una nota a mi madre y se la dejo en la mesilla:

ME VOY CON AISHA A DAR UN PASEO. NO TARDAREMOS. CATNIP.

Bajo al salón y, para mi sorpresa, allí está Aisha esperándome. Se ha cambiado de ropa, y ahora lleva una camisa blanca de manga larga y unos vaqueros azules. También me fijo en que se a puesto unas zapatillas de deporte.

-Bueno, ¿a dónde vamos a ir?
-Había pensado en ir a la colina que hay detrás de la casa.
-¿Está muy lejos?
-No, pero antes debemos ir a un sitio. Tranquila, regresaremos a tiempo para la fiesta.

Salimos de su casa en la dirección opuesta a la de la colina. Todavía sigo nerviosa por lo que pasó con Erik Crane, pero me digo a mí misma que Aisha no puede ser mala persona. O por lo menos eso espero.
Después de andar durante diez minutos llegamos a una casa igual que la del alcalde, aunque más pequeña, con un jardín de muchísimo menos tamaño.
Aisha se acerca y llama a la puerta con tres ligeros toques. La puerta se abre y sale una chica morena.
Va vestida con una camisa naranja y unos vaqueros azul oscuro.


-Catnip, esta es Dánae. Es mi mejor amiga.
Dánae me mira con la misma mirada que yo a ella: perpleja.
-¿Qué te pasa Catnip?-Aisha sólo me mira a mí
Pero yo no la hago caso. Sólo puedo pensar en Dánae.
-Dánae...Pero si tú...estás muerta.
Dánae era mi amiga en el Distrito 12. Mi amiga hasta que yo la maté.